miércoles, 5 de marzo de 2014

El nogal y el muerto lejos del huerto

Decía “la mi güela” que el nogal y el muerto lejos del huerto…lo del muerto lo entendí a la primera, lo del nogal me costó un poquito más…

 

Uno ha leído muchos libros y rebuscado por los rincones de internet pero donde se encuentra la verdadera sabiduría es en aquellas personas que tropiezo tras tropiezo han aprendido a esquivar las piedras, nuestros abuelos han peleado con plagas y tierra seca durante toda su vida y aunque en alguna cosa los jóvenes les damos lecciones… sabe más el diablo por viejo que por diablo.

Hace poco descubrí por las malas que mi nogal (del que presumo siempre que puedo) era el causante de que mis berenjenas fueran tan penosas… fueron rotando por mi huerta de anárquico diseño con gran éxito hasta que se toparon con el nogal… la cosecha fue un desastre… no fue un buen año en general pero las plántulas de berenjena apenas si medraban, no era falta de nutrientes ni de sol y las plagas tampoco aparecieron ¿entonces? ¿Cuál era la causa?...pues nada más y nada menos que mi nogal…el nogal desprende unas sustancias alelopáticas que inhiben el crecimiento de las solanáceas ¡y yo sin saberlo!

Es curioso como unas plantas afectan al crecimiento de otras aparentemente solo por su presencia y como sin necesidad de explicaciones científicas la tradición es a veces más sabia de lo que parece… en los pueblos se planta el limonero junto al laurel “pa que le proteja”  y ahora también sé que el nogal se planta lejos “porque no trae na bueno”…

 

Mi güelo, también hortelano y alérgico a las iglesias me ha dado otra versión del refrán que dice así “el cura y el nogal lejos del corral”… yo al señor cura le dejare que se acerque a mis tomates, pero a partir de ahora al nogal lo dejaré bien soluco

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